1. Síntomas
La esclerotiniosis se manifiesta como una podredumbre húmeda en tejidos principalmente carnosos, tal es el caso del repollo. Este síntoma puede aparecer en el almacenamiento, aún con refrigeración, cuando hay infecciones latentes, que no se ven en el momento de la cosecha.
En la mayoría de los casos, en los cultivos de nuestra zona, solo se ven afectadas las hojas externas de la pella (Foto). El órgano se pudre totalmente cuando prevalecen condiciones ambientales favorables para el desarrollo de la enfermedad.
Las infecciones de Sclerotinia sclerotiorum pueden ocurrir ocasionalmente en el tallo (Foto) y con mucho menor frecuencia a nivel de cuello o raíces principales.
En todos los casos, si la humedad ambiente es elevada (natural o en cámara húmeda), se forma rápidamente una abundante masa de micelio blanco y algodonoso. Cuando el hongo agota las reservas que puede tomar del vegetal, las hifas se agregan formando esclerocios, en principio blancos, tornandose negros y duros al madurar (Foto).
2. Otras enfermedades semejantes
En tallos, Phytophthora spp.
En pellas, podredumbres bacterianas
3. Presencia de enfermedad según estado fenológico de las plantas
El repollo puede ser afectado en cualquier momento de su ciclo de vida, pero la mayor incidencia de la enfermedad ocurre cuando las pellas han crecido.
4. Órganos afectados
Las lesiones pueden ocurrir en cualquier parte de la planta.
5. El patógeno
Sclerotinia sclerotiorum es un hongo (Ascomycota) que sólo tiene reproducción sexual (teleomorfo).
Los esclerocios – tejido fúngico compacto- de S. sclerotiorum cuando están maduros tienen una capa externa negra, mientras que la parte interior del cuerpo es de color beige (Foto). Son de tamaño y forma variable, dependiendo del vegetal y órgano en el que se formaron. En soja, por ejemplo, son cilíndricos cuando ocupan la médula de los tallos, pero en girasol llegan a formar en el capítulo un enrejillado entre los granos. En ambos casos se rompen en el momento de la cosecha (Foto). En repollo los esclerocios normalmente son alargados (4- 10 x 2-4 mm) y amorfos (Foto) (Foto).
Estos cuerpos que pueden seguir formándose en rastrojos previamente colonizados y enterrados persisten durante muchos años en el suelo. Si se encuentran cerca de la superficie pueden germinar de dos modos:
A. Germinación carpogénica: en climas templados, los esclerocios que previamente estuvieron sometidos a varios meses de frío y que se encuentran enterrados a no más de 2 cm de profundidad forman apotecios. Estas son estructuras de tipo sexual, con forma de pequeños cuencos pedicelados (4 a 8 mm de diámetro), de textura gelatinosa y color castaño muy claro (Foto). En su interior se forman las ascosporas, que se liberan en forma activa cuando los apotecios se secan después de una lluvia. Las ascosporas suspendidas en el aire por medio de ese mecanismo, son dispersadas por el viento y constituyen el inóculo más importante en el caso del repollo.
Cada esclerocio, especialmente cuando es grande, puede formar varios apotecios y hacerlo en varias oportunidades, pero en general no hay relación entre su número y la incidencia de la enfermedad, porque cada uno puede producir unos diez millones de ascosporas. Estas pueden sobrevivir sobre los tejidos vegetales entre una y dos semanas, a la espera de condiciones ambientales adecuadas para su germinación, siempre que la humedad relativa sea elevada y no se encuentran expuestas a los rayos ultravioleta del sol.
B. Germinación miceliogénica: cuando los esclerocios se activan pueden originar hifas que infectarán los tejidos vegetales que puedan alcanzar. En este caso se produce podredumbre a nivel del cuello de los repollos.
6. Época de presencia de la enfermedad
La esclerotiniosis es una enfermedad típica de primavera y otoño, o cuando acontecen algunos días templados y húmedos, tanto en invierno como en verano.
7. Dispersión
Las ascosporas se liberan en forma activa (Foto) y son movilizadas por el viento. Normalmente se dispersan en mayor proporción dentro del cultivo donde se producen, pero también pueden ser arrastradas varios kilómetros por acción del viento, insectos o adheridas al polen que transportan las abejas.
Los esclerocios pueden llegar a un cultivo sano cuando se utilizan plantines preparados con sustrato contaminado, en el suelo el adherido a maquinarias y con mucha frecuencia en las cáscaras de girasol de las camas de pollo que se usan como enmienda orgánica.
8. Persistencia
Los esclerocios enterrados por el laboreo del suelo pueden sobrevivir más de cinco años.
9. Condiciones predisponentes
La esclerotiniosis se produce bajo condiciones ambientales particulares y si se satisfacen los requerimientos del hongo para la infección:
A. Condiciones ambientales: las temperaturas bajas del invierno inducen la germinación carpogénica de los esclerocios, pero el proceso tendrá lugar si el suelo permanece próximo a la saturación, después de una lluvia o riego intenso y sombreado por el cultivo. De ese modo se produce un microclima favorable para la formación de apotecios y la supervivencia de las ascosporas.
La formación de los apotecios ocurre con temperaturas moderadas (10 - 20 ºC), pero las ascosporas pueden germinar dentro de un rango más amplio (10 - 30 ºC). La germinación miceliogénica acontece bajo condiciones semejantes, suelos próximos a la saturación y 12 – 24 ºC.
B. Requerimientos del hongo: cuando las ascosporas llegan hasta una superficie, se adhieren gracias a un mucílago que las recubre. A continuación germinan si las temperaturas son moderadas y quedan inmersas durante 16 a 48 h en las gotas de agua que se forman sobre los tejidos del repollo (Foto) durante las lluvias, riegos, cuando el tiempo permanece muy húmedo o con rocío.
Sin embargo, la hifa que se forma, a partir de la ascospora, no es capaz de penetrar en órganos sanos, porque requiere previamente de una fuente exógena de energía, provista por tejidos senescentes o muertos. Estos son con frecuencia polen o pétalos de malezas o cultivos, pero también hojas, o partes de las mismas, muertas o muy debilitadas. En el caso del repollo, S. sclerotiorum también puede penetrar por lesiones contusas, ocasionadas normalmente por golpes tanto en el cultivo como durante el almacenamiento, o por aquellas producidas por heladas intensas.
10. Otros hospedantes
S. sclerotiorum es un hongo polífago que infecta a más de 400 especies vegetales Dicotiledóneas (de hoja ancha). Entre las hortalizas son afectados severamente los porotos, berenjena, lechuga (si bien para este hospedante es más importante S. minor), hinojo, perejil, albahaca, frutillas e inclusive romero y entre los cultivos extensivos soja y girasol.
Se debe destacar que las malezas presentes en los cultivos o en sus proximidades son fuentes potenciales de inóculo de S. sclerotiorum.
11. Manejo y control
El manejo de la esclerotiniosis es dificultoso como consecuencia de las siguientes características de la enfermedad:
A esas características de la enfermedad se debe sumar en la República Argentina la ausencia de fungicidas aprobados para el control de S. sclerotiorum en repollo (Resolución SENASA 934/2010). Si bien en otros países existen fungicidas recomendados, muchas veces su empleo no resulta exitoso porque no se logra una correcta cobertura de las plantas con los productos.
Sin embargo, existen posibilidades para manejar a la esclerotiniosis en base a dos premisas:
El manejo de la enfermedad debe incluir la mayor cantidad posible de las siguientes tácticas:
1. Cosecha conjunta o en un breve período de todo el lote e inmediata molienda con desmalezadora. De este modo el hongo no continúa incrementando en restos de plantas aún vivos el inóculo futuro. La molienda permite la rápida descomposición de los tejidos vegetales y los esclerocios que se encuentran en su interior quedan desprotegidos y son atacados por los microorganismos antagonistas del suelo.
2. Deben evitarse labranzas que entierren a los esclerocios, permitiéndoles sobrevivir por mucho tiempo.
3. Los suelos en barbecho se deben regar cuando sea necesario, para que las poblaciones de microorganismos antagonistas se mantengan activas.
4. Los cultivos que pueden suceder a los repollos con esclerotiniosis son: maíz, puerro, cebolla, acelga o remolacha. Entre ellos son mejores el maíz y la acelga porque sombrean al suelo generando el microclima adecuado para la geminación carpogénica de los esclerocios, con su consiguiente agotamiento y muerte. Al mismo tiempo, la estructura de esos cultivos disminuye la efectividad del viento para dispersar a las ascosporas fuera del lote. En estos casos se debe utilizar siembra directa, para evitar que los esclerocios sean enterrados. Estas rotaciones se deben realizar durante varios años consecutivos.
5. Aplicar herbicidas para que en ningún momento proliferen malezas de hoja ancha.
12. Bibliografía y links de interés
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3. Presencia de enfermedad según estado fenológico de las plantas
La podredumbre negra puede manifestarse durante todo el ciclo de vida de las plantas.
4. Órganos afectados
Al comienzo de la enfermedad y cuando el tiempo es fresco y húmedo la enfermedad permanece restringida a las hojas exteriores del repollo, pero durante los veranos lluviosos puede colonizar en forma sistémica toda la planta, incluyendo las raíces.
5. El patógeno
Xanthomonas campestris pv. campestris es una bacteria con forma de bastón; posee flagelos, al igual que la mayoría de las bacterias fitopatógenas, lo que le permite nadar. A nivel de género, posee las siguientes características: colonias amarillas (Foto), Gram positiva, aeróbiaca estricta, móvil, oxidasa negativa y catalasa positiva.
6. Época de presencia de la enfermedad
La enfermedad se observa todo el año. Comienza a manifestarse con severidad cuando comienza a aumentar la temperatura en primaveras húmedas y es grave en veranos lluviosos.
7. Dispersión
La bacteria se dispersa en el mundo por medio de las semillas infectadas. Valores tan bajos como 0.03% de semillas colonizadas pueden producir una epidemia en un campo libre de la enfermedad.
En las lesiones de las hojas el patógeno sale en pequeñas cantidades por los estomas, se dispersa superficialmente en el agua que cubre a los tejidos, cuando la humedad ambiente es elevada, y desde allí se movilizada hasta las hojas sanas mediante las salpicaduras de las gotas de agua del riego o lluvia. En los invernáculos, como las plantas se encuentran próximas, el riego por aspersión es la principal forma de contagio. En el campo, el efecto dispersor del riego y la lluvia se incrementa con el viento; en este caso el inóculo se moviliza entre 8 y 12 m y proviene de plantas del cultivo enfermas, malezas o el suelo.
El agua depositada sobre los tejidos sanos permite que las bacterias que llegaron hasta allí alcancen las gotas que se forman en los hidratodos, penetrando entonces a las nervaduras, donde comienzan a multiplicarse.
El patógeno puede recorrer mayores distancias si es llevado por personas, maquinarias o insectos. Las primeras plantas enfermas aparecen con frecuencia en una misma línea, como consecuencia de la dispersión producida por las labores culturales.
8. Persistencia
La bacteria sobrevive en semillas infectadas y tan sólo 3 a 5 semillas con su presencia pueden producir una elevada incidencia de podredumbre negra en el campo.
El patógeno también permanece vivo hasta dos años en los restos de plantas enfermas que fueron incorporadas con el laboreo, pero no sobreviven más de 60 días cuando quedan libres en el suelo.
9. Condiciones predisponentes
La temperatura óptima para el crecimiento de la bacteria es de 25 a 30 ºC, pero puede hacerlo entre 5 y 35 ºC, si bien en estos casos la manifestación de los síntomas es lenta. También requiere que las hojas estén mojadas por rocío, neblina, lluvia o riego. En bajos y zonas sombreadas las condiciones húmedas permanecen por más tiempo, por eso en lugares con esas características la enfermedad se manifiesta con mayor intensidad. Este mismo fenómeno se produce cuando las plantaciones son muy densas (Foto), quedando sombreadas las hojas inferiores (Foto). Entonces, en días templados, húmedos y calmos esos tejidos permanecen cubiertos por una película de agua prácticamente toda la jornada (Foto).
Bajo condiciones óptimas la enfermedad se manifiesta a los 7 – 14 días después de la infección.
10. Otros hospedantes
Todas las Crucíferas son susceptibles a la podredumbre negra. Además de las especies cultivadas, las malezas de esa familia aseguran la supervivencia y dispersión de la enfermedad; pueden presentar los síntomas típicos, pero con frecuencia permanecen asintomáticas, a pesar de estar infectadas.
Las malezas pertenecientes a las Crucíferas que se encuentran con frecuencia en los cultivos hortícolas y sus proximidades son: bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris) (Foto), mostacilla (Rapistrum rugosum) (Foto), mastuerzo (Coronopus didymus) (Foto), nabón (Aphanus sativus) (Foto), roqueta o rúcula silvestre (Eruca sativa) (Foto) y Sisymbrium sp. (Foto), entre otras.
Varios patógenos que pueden proliferar en los invernáculos, entre ellos X. campestris pv. campestris, poseen las siguientes características comunes: persisten en semillas infectadas, sustratos o herramientas contaminadas. Se movilizan por medio de las corrientes de aire, las herramientas y ropas sucias. Los contagios ocurren cuando los tejidos permanecen mojados por varias horas como consecuencia de una elevada humedad ambiente.
En estos casos, cuando se planifica la construcción de invernáculos es aconsejable:
Cuando los invernáculos se encuentran en producción es aconsejable:
Si no se tiene la seguridad de la sanidad de las semillas, con respecto a la podredumbre negra, las mismas deben ser tratadas con agua caliente. Este es el método más aconsejado, si bien tiene dos inconvenientes: 1. Disminuye el vigor de las semillas, por lo que el método sólo puede aplicarse cuando se establece que ese parámetro es alto, mediante un análisis de laboratorio. 2. Si bien entre los métodos disponibles es el más efectivo, no asegura la eliminación del 100 % del inóculo.
Este método también tiene buenos resultados para mildiu y alternariosis.
Antes de tratar a la totalidad de las semillas se deberá hacer una prueba para evaluar el efecto del agua caliente sobre el vigor de las plántulas. Es aconsejable comparan con un control sin tratamiento.
Para aplicar el método se debe disponer de un baño termostático, que asegure la temperatura constante del agua. En el caso del repollo es de 50 ºC durante 25 min. Las semillas se deben introducir en una bolsa de algodón, en forma floja, sumergirlas en el baño termostático y agitar. Luego disminuir con rapidez la temperatura, utilizando agua fría. Finalmente extender las semillas en finas capas para que se sequen; si el tiempo es húmedo, complementar utilizando un ventilador.
CULTIVO
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1. Síntomas
El mildiu de las Crucíferas es una enfermedad producida por un microorganismo semejante a un hongo, que puede afectar a todas las especies de esa familia botánica. Tiene distribución mundial en regiones con climas templados.
Los causantes de este tipo de enfermedades son patógenos biótrofos; como tales, en un principio producen en la cara superior de las hojas manchas de color amarillo claro (Foto) las que pueden estar limitadas por las nervaduras (Foto). Durante esta etapa de la enfermedad el tejido vegetal permanece vivo; a continuación el patógeno esporula en el envés de las hojas, en correspondencia con las lesiones (Foto). Finalmente la zona afectada muere, comenzando por el centro de la mancha (Foto).
Este comportamiento se repite en los cotiledones, los que pueden caer. Ello es grave cuando las plántulas son muy pequeñas y aún dependen de esos órganos para su nutrición. Como consecuencia pueden resultar de menor tamaño o morir, especialmente cuando el hipocótile también es afectado. Es por eso que el principal efecto del mildiu para el cultivo de repollo ocurre durante la producción de plantines.
En las plantas adultas las lesiones aparecen normalmente en las hojas exteriores. En ocasiones las manchas son pequeñas (Foto) o se transforman en un tizón secundario y abarcan una gran superficie de la hoja (Foto).
En la pella del repollo se describen manchas oscuras y pequeñas debidas al mildiu, e inclusive lesiones necróticas extensas (Foto).
La presencia de eflorescencia blanquecina en la cara inferior de las hojas, en correspondencia con las lesiones (Foto), tiene valor diagnóstico para esta enfermedad. En el campo se observa cuando el tiempo es húmedo y especialmente en las hojas próximas al suelo. Si existieran plantines con manchas sospechosas es posible que el patógeno se exprese en algunas horas, colocándolos bien regados adentro de una bolsa de nylon, para que se genere una atmósfera húmeda.
2. Otras enfermedades semejantes
En plantines el mildiu puede confundirse con la podredumbre negra, al observar la cara superior de las hojas (Foto).
En las hojas exteriores de las plantas adultas el mildiu puede resultar semejante a la alternariosis (Foto).
3. Presencia de enfermedad según estado fenológico de las plantas
El mildiu se puede presentar en cualquier momento en el ciclo del cultivo
4. Órganos afectados
Hojas
5. El patógeno
Hyaloperonospora parasitica (Peronospora parasitica), como todos los mildiu, no es un hongo verdadero, sino que se trata de un Oomycota perteneciente al reino Straminipila.
Las estructuras de reproducción asexual (anamorfo) son el moho que se observa el envés de las hojas enfermas (Foto). Se trata de esporangióforos que sustentan en cada uno de sus esterigmas a un zoosporangio redondeado (Foto), los que se desprenden con suma facilidad y cuando se depositan sobre un tejido hospedante germinan directamente e infectan, por ello se los llama conidioesporangios o simplemente conidios. La producción de zoosporas es poco frecuente.
Este patógeno también forma estructuras de reproducción sexual (teliomorfo), llamadas oosporas.
H. parasitica posee razas con alguna especificidad para distintos hospedantes, lo cual se manifiesta como distintos niveles de severidad de la enfermendad. Así por ejemplo, en la zona NE de la provincia de Buenos Aires, el patógeno ocasionalmente llega a producir tizón en el repollo, pero lo hace en Sisymbrium sp. (Foto), maleza asociada con frecuencia a los cultivos.
6. Época de presencia de la enfermedad
Principalmente primavera y otoño.
7. Dispersión
En el envés de las hojas enfermas se producen grandes cantidades de zoosporangios, los que son movilizados aún por movimientos de aire muy tenues. Los vientos los dispersan a distancias considerables.
Las semillas son el vehículo que ha llevado al patógeno a todas las regiones productoras.
8. Persistencia
Si bien H. parasítica produce oosporas cuando los tejidos vegetales infectados se encuentran senescentes, parecería que no lo hace con frecuencia, por lo que las oosporas no serían de importancia en la supervivencia del patógeno. De formarse, pueden permanecer viables por varios años, tanto en restos vegetales como en el suelo.
Durante todo el año se encuentran presentes especies de Crucíferas, tanto cultivadas como malezas, considerándose que esa es la fuente de inóculo primario más importante para una plantación nueva. No obstante ello, se debe tener presente que al existir razas del patógeno, el inóculo producido en una especie de Crucíferas puede no ser virulento en otra.
9. Condiciones predisponentes
El mildiu de las Crucíferas es una enfermedad que aparece cuando el tiempo es templado y húmedo. La temperatura óptima para el crecimiento del microorganismo es de 15 ºC; con temperaturas mayores, el tejido vegetal colonizado muere rápidamente y el patógeno, como solo se nutre de células vivas, también perece.
Una vez que los zoosporangios se desprendieron pueden permanecer vivos unos pocos días. Para que germinen es necesario que se forme una película de agua sobre las hojas (Foto), lo cual ocurre con las lluvias, riegos, cuando hay rocío o simplemente cuando la humedad ambiente es elevada.
Bajo las condiciones descritas los síntomas aparecen en 4-5 días y la esporulación es máxima.
10. Otros hospedantes
En la zona norte de la provincia de Buenos Aires, se ha registrado presencia de mildiu en repollo, coliflor y brócoli, entre las Crucíferas cultivadas, y en Sisymbrium sp. (Foto) (Foto) y mastuerzo (Coronopus didymus) (Foto), entre las malezas.
11. Manejo y control
Si bien el mildiu no afecta severamente a las plantas de repollo adultas, éstas constituyen una fuente de inóculo para el brócoli y la coliflor. En éstos resultan manchadas las pellas y se generan problemas para respetar los tiempos de carencia. De allí la importancia de evitar que el repollo sirva de fuente de inóculo para esos cultivos.
El manejo de la enfermedad debe incluir la mayor cantidad posible de las siguientes estrategias:
Para la producción de plantines son válidas las recomendaciones realizadas para podredumbre negra. Se debe tener presente que no se encuentra disponible un método de análisis de semillas para detectar la presencia de H. parasítica en repollo.
En los cultivos se debe asegurar la utilización de plantines libres de la enfermedad.Las plantaciones no deben ser densas, para permitir que el aire circule y las hojas se sequen con rapidez.El riego por aspersión se debe interrumpir en las primeras horas de la tarde, para permitir que el follaje se seque, evitando
que permanezca mojado durante la noche.
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1. Síntomas
La alternariosis es una enfermedad fúngica que normalmente no ocasiona daños económicos en el cultivo de repollo, pero en el almacenamiento las infecciones latentes pueden progresar y ser la puerta de entrada para otros patógenos productores de podredumbres. Además las plantas afectadas son una fuente de inóculo para la coliflor y el brócoli, en los que la enfermedad puede resultar importante.
Cuando las infecciones fueron severas la alternariosis produce semillas oscuras, arrugadas y de menor vigor o muertas. Sin embargo, estos síntomas no son exclusivos de la enfermedad y en la mayoría de los casos las semillas portadoras de estos patógenos son asintomáticas. El hongo puede encontrarse como micelio en el interior de las semillas o como conidios sobre las mismas.
Las plántulas originadas de esas semillas pueden resultar de tamaño reducido y presentar el hipocótile y los cotiledones con manchas negras. Ocasionalmente estos patógenos producen la muerte de semillas y plántulas.
En las plantas adultas la alternariosis se manifiesta en las hojas viejas (Foto), pero cuando el cultivo estuvo sometido a estrés también puede resultar afectada la pella (Foto) (Foto).
Las lesiones comienzan como pequeñas manchas oscuras (Foto) que luego se agrandan, toman color castaño claro, pueden ser redondeadas o estar limitadas por las nervaduras (Foto). El hongo esporula durante la noche si el tiempo es húmedo y forma anillos concéntricos oscuros (Foto), los que son anchos (Foto) cuando las condiciones del tiempo permiten que el patógeno produzca esporas aún durante el día. La presencia de anillos concéntricos depende también de la nutrición de las plantas.
En la mayoría de los casos las manchas están rodeadas por una zona clorótica, producida por una toxina del hongo, y cuando las lesiones se hacen viejas, su zona central se desprende (Foto).
2. Otras enfermedades semejantes
Cuando no hay esporulación en las lesiones de alternariosis y mildiu (Foto), ambas enfermedades pueden confundirse.
Phoma sp. también produce lesiones redondeadas en hojas, cuya zona central no se desprende con tanta facilidad como en la alternariosis.
3. Presencia de enfermedad según estado fenológico de las plantas
El repollo es más susceptible durante el estado de plántula y cuando el cultivo se encuentra próximo a la cosecha.
4. Órganos afectados
Hojas.
5. El patógeno
Se encuentran involucradas en la alternariosis de las crucíferas Alternaria brassicae (Foto) y A. brassicicola.
6. Época de presencia de la enfermedad
La alternariosis se encuentra durante todo el año, pero la cantidad de manchas es mayor entre la primavera y el otoño.
7. Dispersión
Las semillas afectadas son el vehículo para la introducción de la alternariosis en zonas o cultivos libres de la enfermedad.
Los conidios formados en las lesiones foliares y en los restos de plantas que se encuentran sobre el suelo, se liberan durante el día, cuando la humedad ambiente disminuye y son dispersados por el viento a más de 1 km.
8. Persistencia
El inóculo presente en las semillas puede sobrevivir varios años, especialmente el que es interno.
Tanto A. brassicae como A. brassicicola también sobreviven como saprótrofos en restos de plantas enfermas. Cuando los conidios quedan expuestos a temperaturas bajas (3 ºC) se pueden formar clamidosporas y microesclerocios, estructuras con gran capacidad de persistencia en condiciones adversas.
9. Condiciones predisponentes
La producción de conidios de ambas especies de Alternaria es óptima entre los 16 y 28 ºC. Fuera de ese rango de temperaturas la esporulación tiene lugar si las lesiones permanecen húmedas por más de 20 h.
Una vez formados los conidios, se liberan cuando el ambiente se encuentra seco y las temperaturas son templadas a cálidas. Por eso la dispersión de inóculo es máxima cuando se producen tales condiciones después de un período lluvioso.
Una vez que los conidos de Alternaria llegaron a un tejido sano, pueden permanecer vivos por períodos prolongados, hasta que se produzcan las condiciones ambientales necesarias para su germinación. Ello ocurre porque su color oscuro les permite soportar el efecto deletéreo de la radiación ultravioleta de la luz solar.
Los conidios germinan cuando hay agua libre sobre la superficie de las hojas y con temperaturas entre 1 y 40 ºC, con un óptimo entre 15 a 35 ºC para A. brassicae y 33 a 35 ºC para A. brassicicola.
La penetración del hongo en los tejidos del vegetal ocurre en forma directa. El número y tamaño de las lesiones es mayor durante períodos húmedos prolongados.
Desde que el patógeno penetró en los tejidos de las hojas, hasta que se forman conidios sobre las lesiones, pueden pasar sólo 7-10 días, si las temperaturas son favorables.
10. Otros hospedantes
Especies de Crucíferas cultivadas y malezas de esa familia botánica (descritas en podredumbre negra), con la excepción de la bolsa de pastor.
11. Manejo y control
El manejo debe estar dirigido en primer lugar a disminuir la cantidad de inóculo primario según métodos descritos para la podredumbre negra. Incluyen: rotaciones de 3 años como mínimo, eliminación de malezas Crucíferas, inmediata incorporación de los restos de cosecha, utilización de semillas libres de la enfermedad y en caso necesario tratamiento con agua caliente y aplicación posterior de un fungicida curasemilla.
Además se debe evitar la dispersión del inóculo secundario mediante la aplicación de fungicidas en el cultivo, especialmente durante los períodos con elevada humedad ambiente y temperaturas templadas a cálidas.
12. Bibliografía y links de interés
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Es frecuente que los tejidos de la pella del repollo se rompan (Foto), como consecuencia del desbalance hídrico que se produce cuando el suelo está muy seco y en forma repentina se satura.